martes, 27 de marzo de 2012

Esquizofrenia de los políticos dominicanos

CÁNDIDO MERCEDES

Sociólogo

Las encuestas: Enseñanza–Aprendizaje y la Esquizofrenia de los políticos dominicanos 
Las encuestas constituyen el instrumento de investigación social más vital y más expedito para el conocimiento de una realidad determinada, sea ésta para una empresa, sea para el conocimiento socioeconómico o para los gobiernos y los partidos políticos. Conocer las intenciones y las opiniones de un universo o población, a partir de una fracción, de una muestra, es el gran desafío de los investigadores y que sus hallazgos correspondan  de manera meridiana con la materialidad. 
Para Rodrigo Borja “las encuestas dan a los políticos una información muy aproximada de las necesidades y anhelos prioritarios de la comunidad. Los candidatos miden a través de sus resultados las posibilidades suyas y las de sus adversarios y detectan las debilidades propias y ajenas, a la luz de la opinión pública. Esto le ayuda a enmendar sus errores y a descubrir los puntos flacos de sus adversarios”. 
¿Qué nos dicen las encuestas Galllup/Hoy y Greenberg–Diario Libre? Nos señalan a través de sus búsquedas e indagaciones que el gran reto de la sociedad dominicana hoy y mañana, es la necesidad de una verdadera Agenda Social Institucional. En sus hallazgos de las percepciones de los principales problemas se encontraron, según Gallup/hoy, con lo siguiente:    
                            1) La inflación, alza del costo de la vida:          59.7%.
                            2) Escasez de fuentes de trabajo-desempleo:    48.7%
                            3) Los robos, asaltos, bandas, delincuencia:     46.1%.
                            4) Los apagones:                                                 39.1%
                            5) La Educación en general:                              14.4%
                            6) Tráfico y consumo de drogas:                       13.4%. 
Para Greenberg, los principales problemas mencionados, fueron: 
                            1) Inflación                                                          56.5%
                            2) Desempleo                                                       49.3%
                            3) Delincuencia                                                    51.4%
                            4) Apagones                                                         38,4%
                            5) Consumo de drogas                                        21.8%
                            6) Educación                                                        17.3%. 
Como vemos, los 6 principales problemas en la percepción de los dominicanos y dominicanas, de estas dos importantes empresas encuestadoras, son los mismos, lo cual refleja que más allá del tamaño de la muestra, de la selección de la misma, de la estructura y características de ella, así como el trabajo de campo; lo que resalta es la validez y confiabilidad de las señaladas encuestas. La validez es el grado en que un estudio mide lo que está intentado  medir. La fiabilidad es el grado en que un estudio produce los mismos resultados cuando el investigador u otros científicos lo repiten. 
Entonces, nos preguntamos, ¿por qué los principales contendores de esta asimétrica campaña electoral no abordan con más precisión y asiduidad, sistematicidad, lo que la gente tiene como sus principales problemas? Porque la inmensa mayoría de los políticos dominicanos en su accionar partidario y con respecto a la ciudadanía, no solo sufren del cinismo más espeluznante, sino que parecería que tienen que graduarse summa cum laude de la mitomanía más abyecta. Sufren de Esquizofrenia, definida ésta por el Pequeño Larousse Ilustrado como un desorden psíquico caracterizado por la incoherencia mental. 
Como dicen los psiquiatras dominicanos, en el Periódico Hoy del viernes 23 de marzo “la Esquizofrenia es una enfermedad mental que crea una falsa percepción de la realidad”. Señala, además, la tecnología digital que la Esquizofrenia es un diagnóstico psiquiátrico en personas con un grupo de trastornos mentales crónicos y graves, caracterizados por alteraciones en la percepción o la expresión de la realidad. La Esquizofrenia causa además una mutación sostenida de varios aspectos del funcionamiento psíquico del individuo, principalmente de la conciencia de la realidad. 
Esto produce en los políticos dominicanos una verdadera disfunción social; un trastorno, que se expresa en el divorcio entre el Yo Real y el Yo Social, donde la apariencia, la mentira y la falsía son los entes protagónicos del accionar y del decir de ellos. Mientras más están en el poder más acusan estas debilidades y desviaciones sistemáticas y permanentes. El ejemplo más elocuente, más gráfico es lo que acaba de ocurrir con el presupuesto de Educación del 2011, en su ejecución. 
Un presupuesto de 41,563 millones en el año 2011, muy por debajo de la Ley que consigna el 4% del PIB o el 16% del presupuesto vigente. En el mismo 2011, llegó la Ley 236-11 del Presupuesto Complementario donde se asignó RD$4,300 millones más al presupuesto ordinario para Educación. Es más, la defensa  de la “Reforma Tributaria” tuvo como “base” que  era para entregar más dinero a dicho Ministerio. Pues bien, ni se entregaron los RD$41,563 millones ni el presupuesto complementario. Al final, el presupuesto real, el ejecutado fue de apenas RD$39,800 millones, esto es, un pírrico 1.8% del PIB. ¡Cuántas falacias y engaños en un solo año, sin contar los infundios y disimulos desde el 1997! 
Estas fábulas de la Esquizofrenia de los políticos dominicanos es una consecuencia del síndrome de acuario, donde construyen su propia realidad, muy alejada de la materialidad y objetividad de la sociedad. Por eso su mundo de ficción se va apoderando de una enorme esquizofrenia que es lo que finalmente le genera desde el poder el Síndrome de hybris, que al decir de David Owen en su libro En el Poder y en la Enfermedad“es la incapacidad para cambiar de dirección porque ello supondría admitir que se ha cometido un error”. Estamos a tiempo de que ellos, que nos quieren dirigir, asuman la objetividad y materialidad de la sociedad dominicana, sin ser sordo, ni ciego ni mudo y que si hablan no sea para ofendernos la inteligencia.

Esposas de los presidentes de Latinoamérica, cada día más activas en la política


BOGOTÁ, Colombia (EFE).- Nadine Heredia, la esposa del presidente peruano, Ollanta Humala, no hace honor al dicho "detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer": la primera dama de Perú está delante de su marido en popularidad desde hace tiempo.
Heredia, de 35 años y madre de tres hijos, cuenta con un 59 % de aprobación, cuatro puntos más que el presidente, según una reciente encuesta que no es la primera que muestra esa ventaja de la primera dama desde que Humala asumió la Presidencia en julio de 2011.
El respaldo a la esposa de Humala, que lo mismo aparece con su marido en una alocución televisada por el día de la mujer que promocionando la anchoveta (anchoa peruana, Engraulis Ringens) en un restaurante, solo bajó un punto respecto a febrero, mientras que Humala perdió tres, según la empresa Datum.
El caso de Nadine Heredia no es tan raro en América Latina, donde ha habido antes muchas primeras damas con poder y gancho popular.
Más de 50 años antes que Humala, el entonces presidente argentino, Juan Domingo Perón, se benefició de la enorme popularidad de su segunda esposa, Eva Duarte, "Evita", a la que las clases populares veían como una santa y la mitificaron aun más después de su dolorosa muerte a los 33 años.
Un caso que dio mucho que hablar fue el de Sandra Torres, que siempre fue vista como el poder detrás del trono cuando su hoy ex esposo, Álvaro Colom, era presidente
La mujer con la que Perón se casó años después de enviudar de la "abanderada de los humildes", Isabel Martínez, le sucedió a él en la Presidencia de Argentina, pues era vicepresidenta cuando él murió en 1974 y así lo establecía la Constitución.
La también argentina Cristina Fernández, que el pasado diciembre asumió su segundo mandato presidencial, ya era una dirigente política con peso propio cuando su esposo, Néstor Kirchner, del que enviudó en 2010, llegó a la presidencia en 2003 y lo siguió aquilatando como primera dama.
En julio de 2007, Kirchner decidió que fuera ella -la "pingüina", dijo- la que compitiera en las elecciones presidenciales de octubre de ese año, a pesar de que Fernández tenía una intención de voto del 46 al 48 %, ligeramente inferior a la suya.
Cristina ganó en primera vuelta con un casi un 46 % de los votos.
Los Kirchner funcionaron desde 2003 hasta la muerte de Néstor, cuando ya no era presidente sino "primer caballero", como un verdadero "matrimonio presidencial", un poder bicéfalo que les granjeó no pocas críticas de la oposición.
El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, que en 2011 ganó un tercer mandato en las urnas de manera muy cuestionada, ha delegado el 50 % del poder en su esposa, Rosario Murillo, que ejerce como primera dama y portavoz del gobierno y en la práctica hace el papel de ministra de la Presidencia.
El expresidente mexicano Vicente Fox también se repartió el poder con su esposa, Marta Sahagún, según ha reconocido esta semana en una entrevista con Milenio Televisión.
"Las mujeres hoy tienen mucho más visión que los hombres y han mandado siempre", señaló Fox, quien indicó que funcionaron como una pareja presidencial y que ella no tomaba decisiones pero "ayudaba" en las reflexiones.
El expresidente confirmó así lo que muchos decían en México durante su presidencia (2000-2006).
La actual primera dama mexicana, la abogada Margarita Zavala, no tiene un papel predominante en la política mexicana y la mayoría de las veces cumple con sus actividades oficiales como acompañante del jefe de Estado, Felipe Calderón.
María Clemencia Rodríguez, esposa del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se dedica sobre todo a actividades sociales, al igual que Rosa Elena Bonilla, esposa del presidente de Honduras, Porfirio Lobo, Cecilia Morel, esposa de Sebastián Piñera, de Chile, y Rosa Leal, esposa de Otto Pérez, de Guatemala.
La primera dama de El Salvador, la brasileña Vanda Pignato, se desempeña también como secretaria de Inclusión Social y se ha destacado por el programa Ciudad Mujer, reconocido internacionalmente.
La esposa de Rafael Correa, la belga Anne Malherbe, no tiene ningún cargo en el Gobierno de Ecuador. Trabaja como profesora en un colegio y mantiene su vida privada lo más reservada posible.
La uruguaya Lucía Topolansky es un caso más parecido al de Cristina Kirchner.
Además de ser su esposa, siempre ha sido una compañera de militancia del presidente José Mujica, sobre el que se considera que tiene una influencia importante, y es vista como uno de los máximos referentes del gobernante Frente Amplio.
Gracias a haber sido la senadora más votada en las elecciones de 2009 fue durante unos días de 2010 la primera presidenta del país, aunque de forma interina, porque tanto Mujica como el vicepresidente Danilo Astori estaban en el extranjero.
Margarita Cedeño, la primera dama dominicana, es la compañera de fórmula de Danilo Medina, candidato presidencial del oficialismo para las elecciones de mayo, de las que surgirá el sucesor de su esposo en la Presidencia, Leonel Fernández.
Ocupa esa posición precisamente por la popularidad de la que goza en amplios sectores de la población por su labor al frente del Despacho de la Primera Dama, donde maneja un alto presupuesto.
En Costa Rica el esposo de la presidenta Laura Chinchilla, el abogado español José María Rico, mantiene un perfil bajo y no trabaja oficialmente para el Gobierno, pero es uno de los principales asesores de su esposa en materia de seguridad.
Un caso que dio mucho que hablar fue el de Sandra Torres, que siempre fue vista como el poder detrás del trono cuando su hoy ex esposo, Álvaro Colom, era presidente.
Torres quiso suceder en la Presidencia a Colom, que no podía presentarse a la reelección, y se divorció de él en 2011 para salvar un impedimento legal, pero ni siquiera así logró su propósito.
En Bolivia, Venezuela, Paraguay, Brasil y Cuba no van a tener problemas con los/las cónyuges del jefe del Estado porque no tienen.
La brasileña Dilma Rousseff es divorciada, lo mismo que el venezolano Hugo Chávez, y el boliviano Evo Morales y el paraguayo Fernando Lugo, ex obispo católico, son padres solteros.
El presidente cubano, Raúl Castro, enviudó en 2007 de su compañera desde la revolución, Vilma Espín Guillois, que fue miembro del Buró Político del Partido Comunista y presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas. EFE

lunes, 5 de marzo de 2012

Walkiris Sarante Ganador del 1mer lugar en Car show Santo Domingo

Este domingo 4 de marzo del 2012, se llevo a cabo un Car show en el autodromo de Santo Domingo, en el cual se dieron cita personalidades de diferentes pueblos de la República Dominicana, El Naguero  Walkiris Sarante  fue ganador del Primer lugar en la categoría performance .

Walkiris Sarante







Mas información entra aquí http://www.razine.com/community/car-show/108065-agradecimientos-y-lista-de-ganadores.html

Ultima foto de “Rafael Corporán de los Santos”

El “Viejo Corpo” yace junto al popular cantante Sergio Vargas, momentos en que se daba a conocer su muerte en la Clínica Abreu de esta capital, donde esta madrugada se dieron cita familiares y allegados al productor y comunicador.
Una fuente externa dice que la voz de alerta de que el comunicador se encontraba mal la dio su niño de 9 años, a quien había llamado y  llevó a la habitación, abrazó a él y un rato despuès el niño llamó a su madre y le dijo: mami, ven, que papi no se mueve.
Cuando Griselle entró a la habitación lo encontró agonizando y lo llevó a la clínica Abreu la noche del domingo, donde murió esta madrugada.


Ostracismo social y campaña electoral

CÁNDIDO MERCEDES

Sociólogo

El punto focal en esta Campaña Electoral para que la sociedad toda gane, es la problemática del ostracismo social y la institucionalidad. El ostracismo social, como postergación y relegación a la profunda deuda social que la sociedad tiene con los sectores más pobres, más vulnerables de la misma.
Un ostracismo social que propicia la exclusión y marginación de alrededor del 43% de la población dominicana, que impide el verdadero desarrollo y progreso de nuestra sociedad; construyendo un gueto tan largo y profundo que trastoca el ensanchamiento de nuestro mercado interno y verdadera riqueza de la economía real.
El esfuerzo desde las universidades, las iglesias, los empresarios más lucidos, los académicos, los intelectuales, es exigir con mayor rigor toda la problemática de las políticas públicas dirigidas seriamente a generar empleos decentes, formales y a cristalizar políticas sociales que coadyuven al crecimiento y desarrollo del Capital Humano.
La agenda desde una perspectiva propositiva, es tener el valor suficiente para no seguir ponderando como algo halagüeño una política social que se bosqueja meramente como un marco asistencialista que contribuye a generar un profesional de la pobreza, con el orgullo de cada uno de los beneficiados de tener una TARJETA.
Lo importante es preguntarse cuántos de los beneficiados desde hace 8 años han salido de la pobreza, de la indigencia. Cuántas de las familias beneficiadas, sus hijos hoy han terminado el bachillerato. Cuántos de los beneficiados hoy están trabajando en el mercado formal y ya no necesitan de una tarjeta; cuántos en fin  de cuentas, se le ha dado seguimiento, acompañamiento para darle formación, capacitación en una área determinada, que le permita salir de ese laberinto parasitario–social que lo acogota, envilece y lo mutila para toda la vida y que sólo alcanzan ellos importancia cada 4 años, para el crecimiento del clientelismo político.
La focalización en la determinación de a quiénes se le ha dado la tarjeta, no ha tenido críticas desde la sociedad, pues organismos internacionales han validado los mecanismos objetivos con que se han realizado. Sin embargo, así como se admite esa verdad, hay que reconocer que cada dos años, cada vez que se han efectuado elecciones; los beneficiados de este asistencialismo son monitoreados y controlados desde instancias partidarias para que éstos vayan a votar por quienes le han “ofrecido” la tarjeta.
Esta “externalidad” en el aprovechamiento por parte de la instancia del poder, es lo que permite generar cada año más beneficiados, como un torrente beneficioso del clientelismo político desde el Estado; con un grado de control en cada una de las elecciones como si estuviésemos en presencia de un Estado Totalitario. Un padroncito de beneficiados le es asignado a militantes del partido para fiscalizar, controlar y vigilar de que estos voten y cómo voten. ¡Se le conmina a ir a votar y por quién votar! El laboratismo político se aprovecha de la pobreza al máximo, en ese momento.
El ostracismo social, el destierro de una gran parte de la población dominicana, en su propio país, viene generando una gran deuda social y por vía de consecuencia, una fragmentación social, fragmentación que impide los necesarios vínculos y demandas económicas y sociales de esos sectores excluidos/marginados; que coartan el círculo virtuoso del verdadero desarrollo humano y por  tanto, la verdadera cohesión social.
El gran desafío de una política social, no consiste en eternizar la pobreza, sino en cómo invertir en inversiones clave, en personas e infraestructuras, que puedan propiciar las posibilidades de aislar considerablemente la pobreza estructural de la sociedad dominicana. Para ello, se requiere asumir el reto de disminuir los andamios estructurales que imposibilitan que los sectores más vulnerables, más carenciados, más pobres puedan alcanzar un nuevo eslabón en la escalera del desarrollo.
El ostracismo social impide que los sectores más carenciados se aprovechen de las riquezas creadas por la sociedad. Por eso el rol desde el Estado, es cómo diseñar políticas públicas y por lo tanto, políticas sociales que generen una dinámica de integración que posibilite una cadena de encadenamiento, que involucre a todos los sectores y no como ahora, que existe una política de “embudo”, todo para los de arriba y muy poco para los de abajo, que son mayoría.
Para que una Política Social seria y coherente rinda reales frutos en el Capital  Humano de una sociedad, debe llevar en su seno, en sí misma, los mecanismos y la instrumentalización de la eficiencia y de la equidad. Esto quiere  decir, que desde el Estado se visualizan dos momentos: la Política Asistencial y la Política de Inversión en Capital Humano; determinando al mismo tiempo el grado de transitoriedad y permanencia de cada una. Todo ello, para evitar la profesionalización de la pobreza y de la indigencia, como hasta ahora está ocurriendo, donde la pobreza y la indigencia alcanzan una tasa de un 42%.
Lo que los indicadores reflejan, la problemática de la pobreza, la desigualdad social y la exclusión; nos llevan a exigir en esta Campaña Electoral una Política Social más integral, que coadyuve a la construcción y desarrollo de más capital humano; con políticas sociales más inclusivas que contribuyan a una mayor y mejor dinámica social.
“No se logra la integración social garantizando la supervivencia de las personas, sino que se afirma en el derecho de todos a vivir dignamente en una sociedad sin excluidos. La gestión social impulsada por el Estado debe propiciar diseños institucionales que integren los impactos de las políticas y las acciones para que convierta a los ciudadanos en actores y no en destinatarios pasivos”.
El nuevo CONTRATO SOCIAL que esta Campaña Electoral debe situar en su agenda, como primer plano, es la necesidad de una verdadera protección social, que disminuya la enorme asimetría social, que hoy margina a una buena parte de la población, llevándolo a un OSTRACISMO SOCIAL, que le impide realizarse a plenitud, como seres humanos. La cohesión social y la gobernabilidad atraviesan por entender este desafío y este rostro de un drama dantesco.